La incapacidad de auto-regularnos.

March 20, 2017 10:47 pm Published by

“El gobierno más difícil es el de uno mismo.” – LUCIO ANNEO SÉNECA

Por mucho tiempo en la prensa hemos podido ver, leer o escuchar frases como “debería existir una ley que regule…” invocando a alguna autoridad para que dirima algún problema en particular.

En lo personal, estoy convencido de que el peor error que se puede cometer es legislarlo todo, pues veo en ello tres peligros , uno es el hecho de que poco a poco dejamos el control de nuestra vida en manos de terceros (a los cuales les entregamos dicha facultad mediante nuestro sufragio) , el segundo es que entre más normas existen, se vuelve muy complejo el completo conocimiento de estás, incluso para los especialistas en la materia y por último, lo más preocupante, es que denota un hecho que al parecer es inherente a la naturaleza humana, nuestra incapacidad de auto regular nuestra conducta, de decidir en forma racional que es lo adecuado o correcto considerando siempre el hecho de que vivimos inmersos en una sociedad donde nuestros actos pueden generar efectos en otras personas.

Esta incapacidad trae aparejado una suerte de vicio que poco a poco va ganando mayor terreno, las personas se vuelven dependientes o incapaces de poder encontrar sus propias soluciones y esperan que alguien externo solucione sus conflictos. Toda esta reflexión la realizo en función de la constante necesidad que veo plasmada en diversos foros, grupos de Facebook o incluso correos electrónicos en los cuales se pide que “alguien” determine cuanto debe cobrar un diseñador por determinado trabajo. Me cuestiono lo siguiente, ¿por qué alguien debe regular dichos cobros?

La respuesta que presumo muchos me darán es que eso se pide para tener un valor mínimo que cobrar, y eso lo encuentro espectacular, pero, ¿No basta para eso con consultarle a un par de amigos, conocidos, o colegas valores referenciales? ,¿Buscar una de las variadas fórmulas que existen y que de hecho gracias a la Internet es muy fácil de encontrar?. Creo de verdad amigos que de pronto se ve sólo el lado amable de las cosas, pero también hay que tener cuidado con lo que se pide, porque ¿Qué pasaría si alguien regulara esto y fija valores muy bajos? O bien ¿establece una suerte de techo a los cobros que se pueden realizar?

En lo personal creo que la solución a este conflicto que al parecer se ha mantenido por muchos años es más simple de lo que muchos creen, dejar de buscar las soluciones fuera y buscarlas dentro de ustedes, valorar su trabajo, potenciar su profesión y su comportamiento, ser responsables con los clientes, utilizar contratos en cada proyecto, cumplir al pie de la letra con cada cosa a la cual se hayan comprometido, no aplaudir conductas poco éticas, ir perfeccionando y complementando nuestros métodos para presupuestar un trabajo; en el fondo, proyectar el profesional que se formó en todos esos años de estudio y les garantizo que poco a poco el mercado se ajustará por si mismo y llegará a un punto de equilibrio en el cual, el cliente estará satisfecho de pagar una suma de dinero (ya que aprenderá o considerará el valor que impone el mercado auto regulado) y que a su vez los dejará satisfechos como profesionales.

Al final de cuentas, esto no se trata de pedir que alguien regule los valores ( cuidado con lo que se pide) sino más bien, con dejar en claro que lo que ustedes cobran por su trabajo, es lo “justo” y eso es algo que sólo ustedes pueden hacer.