El Diseño como herramienta política

December 2, 2019 4:41 am Published by

política

“El principal inconveniente de las escuelas de diseño puede ser que enseñan demasiado diseño y poco entorno social, económico y político donde se manifiesta el diseño” – Víctor Papanek

¿Cuál tiene que ser hoy el rol del diseño y del diseñador para ser verdaderamente útiles a la sociedad? Este es un debate actual en la contingencia social que vivimos hoy en día y una reflexión que ya abordó Victor Papanek, uno de los pioneros del diseño contemporáneo y uno de los precursores más influyentes del activismo social y la sostenibilidad en el diseño. Las ideas y preguntas que Papanek ya abordaba durante los años sesenta continúan siendo de gran relevancia hoy para el diseño y constituyen la esencia del diseño crítico, social, inclusivo e interdisciplinario.

El diseño pareciera pensar poco y si lo hace no se nota. Es duro pero es verdad, somos una profesión con una invisibilidad social para el ojo de la utilidad pero visible a lo estético que nos ha dado nuestra bien merecida chapa de superficial y clasista que muchos aún consideran una legítima elección de mercado.

Del diseño se sabe poco y se especula mucho, si hasta nosotros pasamos años tratando de ponernos de acuerdo en que es diseño y para qué sirve. Ahora que ya tenemos cierta claridad, no dejamos de preguntarnos ¿cómo cobrarlo? Con una premisa así pareciera imposible salir de nuestra invisibilidad social ¿No será tiempo de avanzar a la siguiente pregunta?

¿Cuál es el rol político del diseño hoy? ¿Tenemos uno? ¿Cómo lo desarrollamos? Sin duda lo tenemos, pero no sabemos cuál es ya que la mayoría confunde política pública con política partidista y en la confusión de las pasiones se pierde la esencia de fondo de una acción desde la profesión que sea capaz de actuar e impactar con real efecto.

Para algunos el rol político se mezcla netamente con el rol social y las capacidades del impacto que este tiene como herramienta de creación de valor y resolución de problemas, la generación de soluciones y de un cuanto hay; pero tengan por seguro que no es a eso a lo que me refiero.

Tengo la certeza de que el rol político del diseño debe ser definido por sus modos de comprensión social y no sólo por indicadores de impacto de sus soluciones como estamos acostumbrados a mostrar como medio de validación y utilidad profesional.

Creo, que el rol político del diseño es algo que reúne vario temas que aún estamos entendiendo y que se relaciona más directamente con la capacidad de conciencia social que debe implicar el ser un diseñador.

La conciencia social no habla solo del rol social del diseño como herramienta; sino más bien de integrar al diseño como un factor socio cultural que asegure y defienda la humanidad por sobre la rentabilidad de un producto o servicio; que defienda a las personas que los producen, validándolos como parte del modelo de valor de su concepción; que proteja al consumidor tanto como al productor y a toda la cadena de valor más allá de su modelo de negocio.

Hasta este punto muchos estarán pensando que metodologías como la economía circular, economía naranja o empresas B ya se encargan de esto, pero la verdad es que no lo creo así.

Sin desmerecer los esfuerzos ni menospreciar los impactos de ellos, creo que nuevamente nos dejamos llevar por las tendencias de otros y ver cómo encajamos antes que tomarnos esto como debería ser; un tema de ética/política – aunque suene disonante- del diseño que sea capaz de concebir no un producto o servicio, sino a personas capaces de anteponer la humanidad a un proceso o metodología en pro de quienes representa con su solución y valor creado.

En medio de una contingencia social por la incapacidad de solucionar problemas por parte de la clase política; es hora de tomar conciencia política de nuestra profesión y entender al menos cual es nuestro rol en algo más que diseñar una silla bonita.

Rafael Chávez S.
Director/ El Diario Diseño.